martes, 12 de julio de 2016

Calor, calor, calor...

Ya estamos en pleno verano y este año el calor viene con fuerza. Por eso quería dejaros unos consejos para evitar los golpes de calor, a veces difíciles de detectar.

Hace unos 3 años fui de colonias a Valencia con los alumnos de un colegio. Era junio y hacía una calor terrible. El primer día, uno de los niños empezó con vómitos, dolor de cabeza y fiebre. Cuando su profesora me lo trajo empecé a explorarlo buscando la causa de los síntomas y descartando cosas importantes como los signos meníngeos (pueden indicar una meningitis). Después de hacer varias preguntas al niño y a las profesoras vimos claro que era una insolación, el paso previo a un golpe de calor. El niño había estado en el lado de la ventanilla del autobús, sin poner la cortina, y aunque parezca algo sin importancia, junto con el calor que hacía en la calle fueron suficientes para que pasara un mal rato. La solución suele ser sencilla: en este caso, apiretal para la fiebre, mucha agua y mucha sombra ;)

En resumen; 

Golpe de calor:  Es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación) al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.
En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal. El golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.

¿Qué se debe hacer?

Es importante actuar rápidamente. En primer lugar  se debe intentar baja la temperatura del cuerpo de la persona afectada, con un baño en agua fría, con paños húmedos...
Además es importante:
- ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de sal)
- trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado.

- desvestir a la persona e intentar disminuir la temperatura corporal, colocando tela mojada o hielo en las axilas o ingles.
- no friccionar la piel con alcohol.

El golpe de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas no retrasar consultar al médico o acercarse al centro de salud.

En cuanto a los talleres, los dos últimos han sido enfocados a niños y adolescentes. Hay que adaptarse a las edades, como ya he comentado alguna vez, pero es interesante ver la capacidad de aprendizaje de los chavales. En ambos, me encantó la gran participación. 


También tengo adoctrinados a mis sobrinos, que con apenas 4 y 6 años saben perfectamente donde llamar en caso de emergencia. A ver si el nuevo curso lo empezamos con nuevos retos, como llegar a los más pequeños.